Como hemos venido diciendo, las vicisitudes de la web 2.0 han revolucionado todo el entorno informativo, no solo en cuanto a plataformas sino también en cuanto a herramientas. Internet ofrece el contenido y las herramientas informativas necesarias para cualquier usuario, sea o no investigador. Ante esto, la bibliotecas han tenido que generar una serie de alternativas que la dejen más o menos a la altura de la web, cosa harto difícil dado que los recursos físicos y los medios no son igual de accesibles que los digitales.
¿Ha perdido la biblioteca su función? Es posible, pero dependerá, en todo caso, de la disciplina que demande información. Como profesionales de la información, de la comunicación y demás, la web es de lo más útil; pero otras disciplinas, más humanísticas, más artística, siguen requiriendo de la biblioteca en el sentido más estricto. Y esto es así pese a que cada vez sea más fácil el acceso a documentos concretos que son descargables en pdf, en imagen o en cualquier otro formato, íntegramente.
Competir con la web no es cosa fácil, pero quizás en este caso sea interesante recurrir a La navaja de Ockam o Principio de parsimonia, según el cual en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta. Esto aplicado a lo que ve venimos hablando sería que la biblioteca ofrece la capacidad de acceder a la información sin ese proceso de inforxicación, en un entorno que favorece la asimilación sin estímulos constantes que difieran en el proceso informativo. Esto sería en caso de la finalida de la biblioteca per se.
Imagino que la idea original plantearía la web como un complemento a las bibliotecas y ha acabado por ser al revés. De modo que la biblioteca como complemento podría entenderse como ese filtro que reclama Neylon en su ponencia, ya que por medio de los portales a los que tenemos acceso a través de las bibliotecas vamos reduciendo ruido, ya que se limita un poco más a cuestiones académicas o institucionales. También puede ser una herramienta para el uso de la web 2.0; por ejemplo, la biblioteca de la Unversidad de la Laguna ofrece tutoriales sobre muchos recursos de la web aplicadas a la investigación o la docencia[1]. Cabe ahora plantearse si la biblioteca estará resignada a convertirse en una herramienta de las herramientas.
