Este número de
El
profesional de la información da una visión del cambio
que ha supuesto el paso de la web 1.0 a la actual 2.0, enfocada a aspectos muy
concretos. Está dividido en varias partes.
En primer lugar está la escéptica visión ofrecida por Thomas Krichel
que es, de algún modo, una breve introducción de lo que luego se irá
desarrollando, centrando su crítica en dos de ellos, los blogs y los
microformatos. Respecto a los blogs, demanda la falta de seriedad de estas
herramientas que carecen de profesionalidad, de calidad, a cambio de tener un
amplio rango de participantes; y, en segundo lugar, crítica muy duramente los
microformatos alegando que son una herramienta inútil actualmente.
El primer artículo
del bloque es el de Margaix Arnal, sobre las bibliotecas 2.0 y la web 2.0, qué
es, de dónde y con qué finalidad surge las herramientas con las que las
bibliotecas cuentan a la hora de adaptarse a este nuevo modelo que no hace más
que cambiar. Los Microformatos: web 2.0 para el Dublin Core, es el segundo artículo y trata sobre la
necesidad de introducir semántica en la web 2.0 de forma sencilla y ágil. En
tercer lugar se presenta Internet
y actividades terroristas: el caso del 11-M. Aquí la presencia de la web 2.0 y de sus ventajas va en relación con las facilidades que ofrece respecto la
difusión de contenidos radicales de los movimientos islamistas. Por último y en
cuanto a los papers, Evaluación
formal de los blogs con contenidos académicos y de investigación en el área de
documentación, para lo que hacen un análisis de una serie de blogs, del que extraen una serie de
debilidades y puntos a favor y generan una serie de propuestas de mejora,
enfocadas no tanto a una mayor popularidad del blog sino a reforzar la
estructura formal sobre la que se apoyan los contenidos, lo que si puede ser
favorable a posteriori para el éxito del blog.
Respecto al apartado de análisis, se centra en una serie
de blogs concretos, en como se han desarrollado, el papel que tienen los
usuarios en ellos y como se relaciona esto con el nuevo concepto de biblioteca.
También plantea como las instituciones se hacen un sitio en el mundo 2.0 por
medio de esa interacción con el usuario y la necesidad de asegurar que los
contenidos que se editan en ellos sean fiables.
Este número da una visión holística de la cuestión que se
trata. Internet, sus herramientas, es un mundo muy vasto en el que cabe casi
todo. En tan solo un par de artículos se da una visión bastante completa de lo
que representa la web 2.0 actualmente, tiene riesgos, tiene ventajas, es una
herramienta útil y muy fiable. Pese a lo que hay que tener en cuenta que este
número es del año 2007 y que Internet crece y cambia a un ritmo vertiginoso.
Quizás muchos de los problemas que plantean aquí actualmente están
solucionados, quizás hoy por hoy los blogs están un poco más cerca de suplantar
a las revistas en el ámbito de la difusión científica; quizás hay más barrera
para evitar el fraude.
Para concluir decir que la mejor forma de hacer de los
blogs y de la web 2.0 un espacio fiable es de la misma manera que ha sucedido
con el caso de la Wikipedia, dónde se presupone el buenhacer de los usuarios.
Incorporando una mayor participación, los espacios de debate, de comentarios
etc. los criterios de evaluación de la web serán cada vez más estrictos y así
aumentará el margen de confianza. Del mismo modo que una mayor participación en
la creación y contrastación de información referente al ámbito contribuirá a la
mejora de los contenidos, favoreciendo la difusión. De lo que se trata, en
resumen, es de que los usuarios empiecen a ser conscientes de la utilidad,
fiabilidad y demás cualidades de esta herramienta para que su uso se formalice.