
La web 2.0 surge como un replanteamiento de las herramientas existentes en el entorno digital a principios de este siglo. Propone una mayor implicación del usuario en la construcción de la propia red que pasa a tener una estructura constelativa, distribuida y con una serie de relaciones directas, no como la organización jerárquica previa.
La principal diferencia con la web 1.0 es la
idea de que el servicio mejora con los usuarios. Siendo la calidad un aspecto
muy subjetivo y, por tanto, difícilmente cuantificable este proceso de
retroalimentación es lo que tal vez haya permitido dar ese salto de la web 1.0
a la 2.0.
Por medio de lo que se denomina inteligencia
colectiva, los usuarios, partiendo de una
confianza tácita, construyen el conocimiento sin pasar, digamos, por el filtro
del administrador o de la institución. Es una web hecha por los usuarios para
los usuarios. En esto se basan herramientas como los blogs, los foros o las
wikis. El objetivo es la propagación de la información, que cada vez va
contando con más contenido en función de cómo va pasando por los usuarios y
estos van aportando más datos. Con este cambio se pasa de una mecánica del uso
a una dinámica de participación con elementos como los comentarios, donde los
usuarios van generando esa participación. Pese a ese principio de confianza
también sigue habiendo medios de regulación o cortafuegos para evitar que se
genere información errónea.
Del mismo modo, se trata de simplificar todos
esos procedimientos para que le resulten más accesibles al usuario y pueda
moverse con facilidad por la red. La sencillez como pauta es uno de los
criterios que establece Merlo-Vega en las diez claves de la Web social, afirmando que todos estos procesos deben simplificarse lo máximo posible, lo
que resulta realmente tangible en la evolución de la web. Esto se produce con tecnologías
como la de Ajax, que permiten reducir
el tráfico de datos y la carga del servidor o lo que ya se ha denotado
previamente, el software social, que permite la comunicación de los usuarios
entre ellos. Ejemplos de este software social, fruto de la inteligencia
colectiva serían, los de sobra conocidos, youtube,
Flickr o los ya también mentados
blogs y wikis.
Otros dos puntos significativos son el Tagging y el rating, que serían el etiquetado y el proceso de valoración. La información
que se genera va etiquetada con descriptores del contenido, y es una información
que será valorada por los usuarios. Con estos dos elementos también se fomenta
la compartición de la información, compartir.
Un último elemento interesante que quizás sea
lo que haga de la web 2.0 lo que es, y es uno de los puntos planteados por
Merlo-Vega, es la personalización, que el usuario pueda hacer uso como guste de
las herramientas de las que dispone. Originariamente muchos de los elementos
que hoy se conocen tenían en sus inicios una finalidad completamente distinta. Un
ejemplo de ello es el caso de Facebook, que nació como una herramienta de uso
interno para estudiantes de la universidad de Hardvard y ha pasado a encabezar
las redes sociales, que van más allá de algo tan micro como una empresa.
Lecturas recomendadas:
MARGAIX ARNAL, D., Conceptos de la web 2.0 y biblioteca 2.0: origen, definiciones y retos
para las bibliotecas actuales. El profesional de la información,
MARGAIX
ARNAL, D., Informe APEI sobre web social.
Asociación Profesional de Especialistas
en Información, 2008.
MERLO VEGA, J. A., Las diez claves de la web social. Anuario ThinkEpi 2009, EPI SCP, pp. 34-36.